El mayo francés
Apuntes y
herramientas: Presente.
Los libros en la calle, el humo
de las fábricas. Revuelta, anarquía, comunismo, la juventud en su máxima
expresión. El mes de Mayo de 1968 de Francia se colmó de gritos de estudiantes
y obreros que buscaban un cambio, rechazaban al capitalismo y al mandato del
presidente De Gaulle y todo lo que esto implicaba. Millones de personas,
sumados sindicalistas y partidos políticos se manifestaron pero en el desenlace
del conflicto no lograron obtener su último fin, la conducción del estado.
¿Qué
despertó a esos universitarios de clase media, con un futuro económico
asegurado por delante? Sus puños cerrados abocados a la lucha y las banderas
flameantes pintando de rojo el cielo
francés, marcaron un punto de partida para lo que fue un contagio masivo a
nivel mundial produciendo múltiples manifestaciones de la juventud
revolucionaria. Desde Checoslovaquia hasta la República argentina, con el
“Cordobazo” se sintió el temblor que dejaron los pasos marchantes de la 1968.
Con un espíritu por demás creativo, las pancartas y
frases continuaron siendo un hito cultural con una enorme carga política. La
unión estratégica de obreros y estudiantes que se planteaba llegó a sumar un
poder de lucha de millones de puños agitados que buscaban un nuevo
régimen. Fue un fracaso, los jóvenes
volvieron a sus casas luego de la convocatoria a elecciones adelantadas y
obtuvieron lo mismo que tenían pero en manos de otro de gobierno. “La lucha continua”,
planteaban tras la derrota.
Compuesta
de ideas en contra de la sociedad del consumo y el capitalismo, buscando la
liberación del trabajador, la libertad y la independencia, la revolución no
terminó en esas elecciones presidenciales. De Goulle se había ido, lo reemplazó
un representante socialista y las cosas no habían cambiado. Francia seguía como
antes, pero…¿ el mundo seguía como antes?
Durante
las barricadas que tuvieron lugar en parís, se acercaron personas de distintas
partes de Europa para apoyar lo que sucedía. Italianos, Ingleses, españoles,
entre otros cerraron sus puños y caminaron esa primavera. Crearon así, una
multitud que debió enfrentarse a la policía una y otra vez sin mas que sus
carteles y banderas. Ese sentimiento de lucha, apoyado por intelectuales e
izquierdistas, pareció extenderse como un virus sobre la juventud aun años más
tarde.
Pese a
la cantidad de manifestantes solo se lamentó un muerto. Durante la revolución,
los jóvenes tomaron fabricas y universidades proclamando esa alianza que los
convocaba. Pronto perdieron el lugar que habían ganado en las instituciones. El
mayo francés no produjo cambios decisivos tal como esperaban sus
iniciadores pero muchos aseguran que les
otorgó un sólido fundamento social, visible aun treinta años después.
Acierto
o fracaso. Lo que quedó en claro fue que a partir de ese momento en el suelo
parisino eran muchos quienes gritaban “prohibido prohibir” y quienes pese a su
comodidad económica no dejaban de ver al mundo con ojos críticos en busca de
una mejora social. Y si, eran jóvenes y el “aburrimiento era su peor enemigo.”
Musca Antonela
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