sábado, 11 de octubre de 2014

La nueva ley de medios audiovisuales


CINCO PUNTOS A FAVOR K

26.522. Cinco números que pusieron de fiesta a los pequeños medios y comunicadores que buscan un lugar para crecer en ese ámbito tan competitivo y monopolizado. Cinco números que marcaron un punto y aparte desde aquella ley que estableció el Gobierno militar en 1980 y rigió la República  veintinueve años desde su creación. Cinco puntos a favor del Kichnerismo en su batalla pública con el multimedios más poderoso del país, Grupo Clarín.
No fue una cuestión de democratización y desconcentración únicamente la sanción de esta polémica ley de regulación de la radio y la televisión. La limitación de licencias que propone la reforma y se contrapone al libertinaje que ofreció el menemismo al intervenir la ley  establecida por Videla busca algo más. Si bien entre sus artículos se pierden las menciones breves de los pueblos originarios, se oculta un juego de poder que va más allá de lo que se puede leer en sus renglones.
Muchas pantallas y pocas manos. Más de un grupo debe adecuarse a la nueva legislación y presentar sus proyectos. Desconcentrar es un beneficio para los pequeños emprendimientos que no pueden hacerse notar en competencia con los monstruos que dominan las radios y televisión de la Argentina. Incluir las nuevas disposiciones con respecto a la diversidad de género, apostar a la inclusión también son impulsores de esta ley pero en realidad esta no es el verdadero motivo que despierta la alegría kicherista desde la sanción de la 26.552.
La conocida rivalidad de Clarín con el gobierno Nacional surgida desde el conflicto con el Campo, cuando Néstor Kirchner era quien aún tomaba las decisiones  se ha ido acrecentándose y tornándose un hecho de conocimiento público por ambas partes en conflicto. La cadena nacional y  los tantísimos lugares que tiene el Grupo para expresarse son el campo de batalla. La ley 26522 de medios audiovisuales busca que las 237 licencias que posee el multimedio disminuyan rápidamente pero después de 5 años de su sanción, nada ha cambiado.
El kichnerismo logró un triunfo que cambió la historia de manera abrupta. De un día para el otro el imperio que Clarín creó en poco tiempo, acrecentando una fortuna impensada en sus cuatro dueños y además haciéndolos conductores de la información en todos los niveles de comunicación se vio obligado a deshacerse, desintegrarse.  La ley establece que en la división no pueden ser familiares ni tener vínculos entre si las personas que manejen las partes del grupo, aun no se han designado quienes poseerán las partes que conforman a este gigante.
Se ha logrado extender los tiempos, ¿se espera que Cristina termine su mandato para aplicar la ley? El logro solo fue en palabras. Los cinco números, cinco años después no han transformado nada. Clarín continúa poseyendo las muchísimas empresas que compró y creó con un éxito sorprendente. Cablevisión, TN, Canal 13, Artear, y tantos más son con quienes no puede Cristina por más que lo intente en su batalla por el poder.
Un gobierno que pone sus fuerzas en lucha con un medio gigante y aun, al fin de su mandato no encuentra forma de quebrarlo. Lo intentó con la invención de futbol para todos e hirió a una de sus ramas más fuertes, TYC SPORTS, lo intentó con la ley que aún no se aplica, es una incertidumbre si lo seguirá intentando en lo que le queda por gobernar-


Musca Antonela 

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